News Saludos desde el Líbano

«Queremos un cambio»

Como ven, Tony Haddad no ha perdido la esperanza. Aunque reflexiona: «No sabemos si ya estamos abajo o seguiremos descendiendo hasta el infierno». Habla de las crisis de las últimas décadas y no basta con los dedos de una mano para enumerarlas. La explosión de principios de agosto volvió a sacudir el país: «Siempre hemos tenido guerras y crisis y hemos desarrollado capacidad de resistencia. Somos luchadores natos»; Tony remarca la cohesión de la sociedad libanesa.

La gente sufre. La economía se resiente. Los libaneses desean un cambio... quieren provocar un cambio. Volviendo la vista hacia el 4 de agosto, Tony Haddad comenta: «Esperaba una reacción de la sociedad. Porque la explosión en sí no es lo vergonzoso. Lo realmente bochornoso es que no pasó nada después de la explosión».

«Estás loco»

Las muestras de condolencia llegaron de todo el mundo a principios de agosto. Porque Tony Haddad ha construido una empresa internacional en las últimas décadas. Tony asumió y sigue asumiendo las riendas, como lo hizo en 1982 cuando decidió poner en marcha su proyecto, en medio de una guerra: «Quería fabricar máquinas en el Líbano y venderlas en todo el mundo». Todos le aconsejaron que no lo hiciera: «Todo el mundo me dijo: “¡Estás loco, no lo hagas!”». Pero él no escuchó y siguió adelante con su idea sin ningún plan de negocios definido.

«Treinta y ocho años después, somos proveedores de empresas multinacionales. Nos llegan pedidos desde México, Rusia, Perú y África, entre otros países».

Y luego otra crisis, ¿cómo le explicas eso a los empleados?

Pero hubo un largo camino hasta que Tony Haddad tuvo clientes en casi todos los continentes: «Solo tenía 30 años cuando fundé la empresa. Quería dar trabajo a la gente de aquí para que no emigraran al extranjero», y actualmente da empleo a unas 200 personas, de las que se siente responsable junto con sus familias. Tony es consciente de que las preocupaciones y miedos existenciales de sus empleados son enormes: «Los calmamos explicándoles bien la situación. No les mentimos. Es una crisis a la que nos enfrentamos, y les decimos lo que tenemos que hacer. Y les explicamos en qué medida eso tendrá un impacto positivo para ellos, para sus familias, para Technica y para nuestro país».

Como empresario, Tony Haddad piensa en el futuro. No se trata solamente de gestionar la situación actual, sino también de tener una estrategia preparada para el futuro.

Pensamiento global, acciones locales

Actualmente, Technica suministra soluciones de automatización en todo el mundo. Para Tony Haddad es importante construir una relación con sus clientes. Por eso, Technica planta un árbol a nombre de cada cliente que hace un pedido igual o superior a 100.000 euros. Utilizando los datos del GPS, los clientes pueden ver cómo crece su árbol en el Líbano. «De esta manera podemos crear una conexión entre nosotros y los clientes». Technica ya ha plantado más de dos mil árboles en los bosques libaneses. Para Tony Haddad, esto está en sintonía con el elemento cultural «CSV» (creating value to our community), es decir, crear valor para la comunidad.

Y habrá más árboles en el futuro, porque Technica quiere seguir creciendo y llegar a nuevos países y mercados junto con sus empleados gracias a la estrategia 2025 «go global, go digital and go lean»: «Una vez más, les mostramos cómo queremos crecer juntos. Estamos a punto de abrir una sucursal en Polonia y tengo previsto hacer lo mismo en Canadá. El “internet de las cosas” nos ayuda con las soluciones digitales. Esto nos brinda procesos eficientes y nos permite actuar rápidamente en el mercado».

A raíz de una idea surge un respirador

Reaccionar rápidamente a los cambios y abrir nuevos horizontes es la principal fortaleza de Technica. Porque cuando las noticias de Italia llegaron a principios de 2020, Tony Haddad no pudo quitarse esas imágenes de la cabeza. Sin dudarlo, decidió fabricar ventiladores y contrató a ingenieros mecánicos y de software durante dos semanas. Trabajaron día y noche hasta que desarrollaron el «AmbuVent», que finalmente fue certificado por el Hospital Universitario Americano en octubre y se utiliza para el soporte vital de pacientes en los hospitales, dice Tony Haddad con orgullo y sonríe a la cámara.

Technica no ganará nada con este invento. Si hay demanda, Tony Haddad proporcionará el dispositivo a los hospitales a precio de coste. Un ventilador homologado fabricado con una máquina de láser Bystronic, que permite producir cientos de respiradores por mes. «La colaboración con Bystronic es excelente. Nos apoyan, dan respuesta a nuestras necesidades y la calidad es la correcta. Y estoy seguro de que la próxima máquina que adquiramos también será de Bystronic». Tony Haddad cumplió su palabra y en noviembre firmó el contrato para la compra de un generador de nitrógeno.

«Si pudiera pedir un deseo…»

Tony Haddad lo enfatiza una y otra vez durante la entrevista: «Nos va bien. Nos las arreglamos». La explosión en el puerto de Beirut no fue un accidente «La explosión fue un shock. Afortunadamente, estamos lo suficientemente lejos del puerto. Pero mucha gente sufrió. Muchas personas murieron. Muchas personas perdieron sus hogares». Esperaba una reacción, porque ya es suficiente. Pero la gente olvida rápido. Se adapta.

Tony Haddad se pone pensativo y se queda callado frente a la pantalla. Concluye la charla diciendo: «Saben, en 2002 escribí un artículo, que recientemente volví a encontrar entre mis archivos. Tengo el sueño de vivir en un país donde se valore la vida de los seres humanos. Deseo que el Líbano se convierta de nuevo en la Suiza de Oriente Medio, donde podamos pasarlo bien, como en los años 70».